lunes, 3 de agosto de 2020

ÈPOCA VIRREINAL

POLITICAS DE MIGRACIÓN (DOCUMENTO 1)

Desde los inicios del descubrimiento en América se había trazado una política de migraciones que establecía quienes podían realizar la travesía.

La Casa de Contratación que otorgaba los permisos evitaba en principio el paso de protestantes, judíos, moros, por ser poblaciones que podían influir negativamente sobre los indios americanos.

Tampoco los cristianos nuevos, es decir, los árabes y judíos recién convertidos, podrían pasar al Nuevo Mundo, y los españoles solo después de superar la prueba de limpieza de sangre, según la cual se consideraba como cristiano viejo aquel que en cuatro generaciones no tuviera “sangre impura” o, en su defecto, estuviera alejado en mas de doscientos años de su antepasado no cristiano mas próximo. Una gran preocupación de la Casa de Contratación fue la migración de las mujeres, casi ausente en la primera época de la conquista. La Corona trato de reunirlas con sus esposos en Indias   o con potenciales esposos. (para ir formando un grupo de peninsulares en tierras americanas.


LA CASA DE CONTRATACIÓN DE SEVILLA ( DOCUMENTO 2)

La Casa de Contratación de Sevilla, además de tener importancia administrativa, se convirtió rápidamente en un centro de conocimientos y en una gran escuela de geografía, cartografía y náutica, debido, entre otros aspectos.  Los pilotos que regresaban de América estaban obligados a brindar datos y noticias que habían adquirido, lo que permitió contar con un notable archivo de datos científicos y náuticos. Disponía, además de cátedras de cosmografía, hidrografía, matemáticas y artillería. La Casa de Contratación también tenia una escuela de marina en la que formaban los pilotos de las flotas mercantes y militares españolas. La escuela estaba a cargo del piloto mayor de las Indias, quien custodiaba el padrón real o mapamundi más completo que existía en Europa.

 Por otro lado, la elección de Sevilla como Sede de la Casa de Contratación estuvo relacionada con la designación del puerto sobre el rio Guadalviquir como único punto para las mutuas transacciones entre la Península y las Indias. Las favorables condiciones de la ciudad de andaluza, como fueron su activa población, su tradición marinera y mercantil en el océano Atlántico y las costas africanas, y la seguridad que ofrecía ante posibles ataques de piratas, la convirtieron en el principal lazo de unión entre España y sus posesiones de ultramar.